5 nov 2014

Otoño en los bosques suecos


Se fue el otoño. Ya sé que el calendario dice que el invierno empieza el 21 de diciembre pero aquí ya hemos hecho el cambio psicológico de estación. De un día para otro, la ciudad ha perdido esa alegría de los colores otoñales y se ha vuelto gris. A las cuatro de la tarde comienza a anochecer y ya todo el mundo vive pendiente del tiempo para ver si llega la nieve y cambia este aspecto tan aburrido que se le queda a Sundsvall. Bueno, con "todo el mundo" me refiero más bien a los suecos, yo me asomo a la ventana y pido una prórroga. Aún no estoy preparada, tengo que mentalizarme porque después se hace un poco largo y aún no he aprendido a caminar sobre la nieve, sobre todo cuando se forman esas capas de hielo que me hacen ir por la calle caminando como una abuelita porque sé que me voy a resbalar, sí o sí, ¡y la verdad es que un martirio!:S. 

Así que como ayer ya cayeron los primeros copos he pensado en despedir el otoño en el blog. ¡Cuánto me gusta esa estación aquí! Desde el final del verano nos aficionamos a ir todos los fines de semana al bosque. Al principio recogíamos arándanos (blåbär) y luego, conforme iban suavizándose las temperaturas nos pasamos a las setas, a los kantereller primero y los trattkantareller después. Aunque nos iniciamos el año pasado en esto de recoger setas este otoño teníamos como tarea encontrar "nuestro" propio sitio secreto. Porque es un verdadero secreto saber dónde se pueden recoger estas setas, me refiero a cogerlas en cantidad, no como nosotros que como buenos principiantes apenas encontramos unos cuantos ejemplares sueltos y eso, después de muuuuchas horas de paseo. Así lucen las famosas setas amarillas.



Así que cogíamos el mapa, buscábamos algún bosque un poco alejado de la ciudad, la brújula, nuestras botas de agua, la cestita... ¡y de paseo!También leíamos por internet algunos consejos y compartimos tips con amigos. Que si hay que buscar un tipo de árbol determinado, un tipo de musgo, otra clase de setas que suele haber alrededor (como los pequeños "corales" de la foto de arriba que se llaman aquí fingersvamp)... Y después de todo un otoño tengo que decir que todas esas reglas nos han fallado y que aunque ha habido día que tuvimos suerte, seguimos sin tener "un sitio secreto". Pero... ¡y lo que hemos disfrutado! Hemos descubiertos nuevos lugares, desconectado y disfrutado de la naturaleza. Y bueno, de vez en cuando volvíamos con una cesta medio decente. 



Y sin darnos cuenta se nos acabaron los paseos por el bosque y llegó el invierno :S. El próximo otoño quizá encontremos por fín ese sitio en el bosque repleto de setas, sé que nos está esperando en algún lugar. Eso sí, no será "secreto" porque hay cosas que se disfrutan más si se comparten ;D.